viernes, 25 de junio de 2021

Libro: 11-M. LA VENGANZA DE AL QAEDA Autor: FERNANDO REINARES


No es una novela. Los muchos nombres, datos y fechas expuestos de forma exhaustiva por el experto en terrorismo global, Fernando Reinares, obligan a la lectura del libro con detenimiento, incluso a volver atrás y releer para no perder el hilo de los acontecimientos. A continuación, destaco algunos párrafos del libro, publicado por Galaxia Gutenberg, que, en mi opinión, resultan relevantes:

 

Prólogo. Pág. 13

‘…Azizi tomó en diciembre de 2001 la decisión de atentar en España por venganza, tras eludir su detención en el curso de la operación antiterrorista que desarticuló la célula de Al Qaeda, a la cual pertenecía, y que encarceló a la mayoría de sus miembros. No a todos. Casi un año y diez meses después, en octubre de 2003, Osama bin Laden señaló públicamente a España como país donde atentar en venganza por su presencia militar en Irak. Así pues, la matanza en los trenes de Cercanías se ejecutó por venganza y por venganza añadida a la venganza…’

 

SEGUNDA PARTE. CAPÍTULO 4. El componente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Págs. 83, 84 y 85.

‘…Que la fecha del 11 de marzo quedase plasmada por escrito en Bruselas desde el 19 de octubre de 2003 tiene un indudable interés. Es primera vez, aunque como se verá en el siguiente capítulo no la única, en que el día elegido para la matanza en los trenes de Cercanías aparece en documentación relacionada con algún importante miembro de la red del 11-M, en este caso con el nodo del componente del GICM (Grupo Islámico Combatiente Marroquí) en dicho entramado…’

‘…En cualquier caso, que exista constancia escrita de la fecha del 11 de marzo en un formulario cumplimentado en Bruselas el 19 de octubre de 2003 y relacionado con el nodo del GICM en la red del 11-M es una evidencia que adquiere mayor relevancia si cabe cuando se asocia con otros dos hechos de significación. Por una parte, con un comunicado previo de Bin Laden hecho público exactamente el día anterior. Por otra, con los datos referidos al segundo terminal de telefonía móvil hallado en el dormitorio de Belhadj. El mensaje del entonces líder de Al Qaeda fue emitido por la cadena catarí de televisión Al Yasira el 18 de octubre de 2003, un día antes de que la fecha prevista para los atentados de Madrid quedase impresa sobre un papel en Bruselas. En esa alocución Bin Laden mencionó explícitamente a España como país contra el que vengarse por su alineamiento con Estados Unidos en lo que define como “agresión en Irak”. Estos son los términos específicos de dicha amenazadora mención: “Nos reservamos el derecho a adoptar represalias, en el momento y en lugar apropiados, contra todos los países implicados, especialmente Reino Unido, España, Australia, Polonia, Japón e Italia […]…’

 

TERCERA PARTE. CAPÍTULO 11. “Parte de un ajuste de viejas cuentas con la Cruzada España”. LO QUE OSAMA BIN LADEN Y AYMAN AL ZAWAHIRI DIJERON DESPUÉS DEL 11-M. Págs. 199 y 200

‘…En una nueva grabación en vídeo, esta vez difundida únicamente por el canal de televisión Al Yasira el 19 de enero de 2006, Bin Laden volvió a mencionar claramente los atentados cometidos en Madrid menos de dos años antes. Utilizándolos como una referencia de su propaganda, relacionó esos atentados y los del 7 de julio de 2005 con la intervención militar en Irak, de la que entonces llevaban transcurridos cerca de tres años. No hizo falta que el líder de Al Aeda nombrase ni a la ciudad de Madrid ni a la de Londres. Se sobreentendió con claridad de cuáles hablaba cuando dijo que “la guerra contra América y sus aliados no ha quedado limitada a Irak. Prueba de ello son las explosiones que habéis visto en las capitales de los más importantes países europeos que son miembros de esta coalición hostil”. Una obvia referencia a las capitales de España y del Reino Unido…’

 

CUARTA PARTE. CAPÍTULO 14. Una matanza que pudo haberse evitado. Pág. 260

‘…En suma, la matanza de los trenes de Cercanías pudo haberse evitado en numerosas ocasiones a lo largo de los más de dos años durante los cuales se planificó y preparó. Pudo haberse evitado si el conocimiento previo que sobre distintos miembros de la red del 11-M tenían en el CNP (Cuerpo Nacional de Policía) hubiese sido bien interpretado y compartido con la GC (Guardia Civil); si no hubiese existido tanta descoordinación en ambos cuerpos policiales y entre ellos; si la visión de la amenaza yihadista no hubiese estado desenfocada en un CNI (Centro Nacional de Inteligencia) en proceso de adaptación; si la legislación y el entendimiento judicial hubiesen sido los necesarios; si Marruecos, Turquía, Francia y Bélgica hubiesen cooperado más y mejor; y si quienes, en las colectividades musulmanas o al margen de ellas, sospecharon de allegados o conocidos hubiesen antepuesto la lealtad cívica a otro tipo de lealtades. A todo ello habría coadyuvado una adecuada concienciación política y social sobre la actividad yihadista en España en la década previa al 11-M.

sábado, 13 de marzo de 2021


once de marzo de dos mil veintiuno 
 
Intervención de Eulogio Paz en el acto conmemorativo del 11-M

Buenos días:

Muchas gracias por su presencia en este acto de recuerdo a las víctimas de los atentados del terrorismo yihadista del 11 de marzo de 2004, el mayor atentado cometido en España y en suelo europeo, motivo por el cual el Consejo Europeo fijó este día como “Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo”, siendo Madrid la ciudad elegida este año para su conmemoración. Por lo tanto, también es nuestro recuerdo para todas las víctimas de los diferentes terrorismos.

VERDAD, JUSTICIA, REPARACIÓN, MEMORIA Y PAZ son los enunciados que vertebran el nacimiento, la actividad y la historia de nuestra Asociación. El cuidado de las víctimas en sus circunstancias médicas, psicológicas, sociales, formativas y jurídicas es una de nuestras tareas diarias. Más aún, si cabe, en esta época en la que al dolor causado por el terrorismo se ha sumado en muchos casos el sufrimiento provocado por la Covid-19. Conscientes de la crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo, hemos ido modelando nuestro trabajo conforme a los recursos y restricciones, tratando de ofrecer a las víctimas la mayor cobertura posible ante sus necesidades y agravamiento de secuelas.

En defensa de las víctimas de los atentados cometidos en agosto de 2017 en Alcanar, Barcelona y Cambrils, nuestra Asociación se ha personado como Acusación Popular y también como acusaciones particulares en el juicio que se ha celebrado desde noviembre del pasado año hasta febrero de este año y que ha quedado visto para sentencia. 

Seguimos trabajando también para que la reforma prevista de la Ley del 17 de octubre de 2018 para la Protección, Reconocimiento y Memoria de las Víctimas del Terrorismo de la Comunidad de Madrid no deniegue solicitudes de indemnización por unos requisitos de empadronamiento que nosotros consideramos injustos, discriminatorios e infundados, y lesiona derechos fundamentales.

Pasados diecisiete años del 11 de marzo de 2004, la construcción de la Memoria del 11-M es otra tarea necesaria para que no se produzcan actuaciones como la llevada a cabo por el Ayuntamiento de San Agustín del Guadalix con el traslado y modificación del monumento “HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL 11 DE MARZO”, un monumento inaugurado en el año 2005, que cambian de lugar y reinauguran en el 2014 y al que en el 2018 de forma chapucera le sueldan una chapa con el nombre de 242 guardias civiles asesinados por ETA. Desde el punto de vista de la MEMORIA es una falta de respeto a un monumento HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL 11 DE MARZO. Y también una falta de respeto a la MEMORIA de los guardias civiles fallecidos en acto terrorista, que se merecen, y que nosotros solicitamos, un monumento en condiciones. En definitiva, ni las víctimas del 11-M ni los 242 guardias civiles fallecidos en acto terrorista, se merecen la artimaña propiciada o consentida por el Ayuntamiento de San Agustín del Guadalix. Ante diferentes instituciones hemos iniciado la correspondiente protesta para que el monumento vuelva a su ubicación y estado original.

En esta línea de la Memoria instamos a las instituciones correspondientes a que se lleve a cabo la realización de la sede del Centro Memorial en Madrid dedicado a las Víctimas del Terrorismo Yihadista, conforme al compromiso acordado en el 2014 por el Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy, corroborado en febrero del 2019 por el Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez.

Es también en este ámbito de la Memoria del 11-M que quiero referirme a dos cuestiones relevantes surgidas posteriormente a la conmemoración del 11-M del año 2019. Las tenía previsto decir el año pasado, pero desconvocamos el acto ante las noticias que nos llegaban del avance de la pandemia. Así es que las voy a decir hoy. Por lo tanto, para su comprensión háganse a la idea de que estoy hablando el 11 de marzo de 2020, el 11 de marzo del año pasado, diciendo lo siguiente:

Como creo que saben, Pedro J. Ramírez, uno de los adalides de las teorías de la conspiración sobre el 11-M, salió de la dirección del periódico El Mundo en el 2014, cuando sus teorías conspirativas ya no daban más de sí. Le sustituyó en la dirección del periódico su mano derecha, Casimiro García-Abadillo, que también compartió con Pedro J. Ramírez dichas teorías conspirativas. Sólo estuvo catorce meses y le sustituyó David Jiménez, quien sólo estuvo un año, de mayo de 2015 a mayo de 2016. Pues bien, en abril del año 2019, David Jiménez, publicó su libro “El Director”, que en las páginas 63 y 64, dice lo siguiente:

…Cuando años después el terrorismo islámico provocó una masacre en Madrid, el 11 de marzo de 2004, el equilibrio de nuestras virtudes y defectos se decantó del lado de los segundos y nos llevó a cometer el error que marcaría a El Mundo para siempre. El Gobierno del Partido Popular, al que nos habíamos acercado en exceso –eran los días en que Jota jugaba al pádel con el presidente y acudía de invitado a la boda de su hija–, intentó culpar del atentado a la banda terrorista ETA. La decisión de participar en la guerra de Irak unos meses antes había sido muy impopular y Aznar temió que una autoría islámica les haría perder las elecciones, que se celebraban tres días después. Jota creyó la versión del Gobierno y, cuando la realidad nos mostró que no era así, en lugar de rectificar nos embarcamos en una huida hacia adelante que nos llevó a publicar durante años supuestas investigaciones para reafirmar nuestra teoría de una gran conspiración. Era difícil encontrar a alguien en la redacción que pensara que lo que estábamos haciendo tenía algún sentido, pero más difícil era encontrar a alguien que tuviera las agallas de decírselo al director. Todos, unos desde las cercanías de El Despacho y otros, como yo, desde la comodidad de una corresponsalía, callamos mientras el diario convertía coincidencias en evidencias, se alimentaba de informaciones poco fiables de la facción policial que degeneraría en Las Cloacas, exageraba cualquier elemento que ayudara a defender su versión –y ocultaba datos que pudieran contradecirla–, se camelaba a testigos para que defendieran nuestras informaciones y buscaba la destrucción de la reputación de cualquiera, juez, policía o periodista, que no siguiera nuestra estela. Quienes disintieron, como Sindo Lafuente y Borja Echevarría, negándose a trasladar aquellas informaciones a la web del diario que dirigían, fueron purgados. Los que se sumaron con más entusiasmo a las fantasías del director fueron promocionados. Las desventajas de una dirección personalista y sin una estructura de gestión, dependiente de los golpes de brillantez de una sola persona, habían quedado en evidencia. Jota jamás lograría demostrar sus teorías, decepcionando por igual a quienes las creyeron y a quienes nunca lo hicieron. El Callado, nuestro jefe de Nacional, definiría en una reunión en la Pecera: “Quedamos atrapados en una mentira y no importa que en su origen nos la creyéramos. Una vez dentro, no supimos o no quisimos salir de ella”.

    Una década después esa mentira seguía persiguiéndonos y cada vez que iba a un foro a hablar de la renovación del periodismo alguien me recordaba que éramos los voceros de la conspiración nunca probada del 11M. Pensé pedir disculpas públicas por aquello, en un intento de dejar atrás nuestro legado más oscuro, pero no quería juzgar públicamente el trabajo de mis antecesores. Estaba diciendo, eso sí, a que nunca volviéramos a hacer nada parecido. …

La otra cuestión es más reciente, de hace un poco más de un mes. El que fuera Ministro de Asuntos Exteriores entre 2011 y 2016 siendo presidente del Gobierno Mariano Rajoy, José Manuel García Margallo, ha publicado su libro “Memorias heterodoxas de un político de extremo centro”. Con este motivo, el periódico El País publicó un artículo sobre este libro de memorias y nos cuenta una cuestión sobre el 11-M que ya sabíamos, pero no por el hecho de saberlo deja de ser interesante que lo diga un político del Partido Popular. Dice así: El 11-M entraron Pedro Arriola y Paco Villar y les pregunté: “¿Sabemos quién ha sido?” “Todavía no me respondieron. Si ha sido ETA nos salimos del mapa, pero si han sido los yihadistas nos vamos a casa”. Desde luego, no pudo estar más certero en el diagnóstico.

Hasta aquí lo que tenía previsto decir el pasado año y no pude decir, y he dicho ahora.

Como se puede comprobar, no tenemos fácil la construcción de la Memoria del 11-M. Muchos son los obstáculos y ninguneos. No muy lejos de aquí tenemos otro ejemplo de ocultamiento del 11-M: El Bosque del Recuerdo, aquí cerca, en el Retiro. Un Memorial surgido a raíz del 11-M, pero, como puede leerse en él, desviado a “TODAS LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO” en general. Ninguna alusión al 11-M que haga que los cientos de personas que por allí pasan lo identifiquen con el 11-M. Es más, cerca hay una caseta inactiva, en la que un cartel (al que le faltan letras) indica PUNTO DE INFORMACIÓN BOSQUE DEL RECUERDO. Una caseta cerrada. Un 11-M omitido.

También este asunto del Bosque del Recuerdo lo estamos trabajando con las instituciones de Madrid para que corrijan esta anomalía.

Escribía yo en nuestra revista 11MAGINA del mes de junio del año pasado en plena pandemia lo siguiente: “No quiero que nadie me interprete mal ante la comparación que hago. Y si alguien no me entiende porque no me explique bien, pido mil perdones, pues la cuestión es bastante dolorosa como para bromear: La gran tragedia vivida por el coronavirus COVID-19 ojalá lleve a que, por parte de las autoridades correspondientes, se levante un monumento de homenaje a las víctimas de esta pandemia. Si llega a materializarse dicho monumento, haciendo comparación con lo ocurrido con EL BOSQUE DEL RECUERDO, es como si luego después, al cabo de un año de haberse hecho el MONUMENTO HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL CORONAVIRUS, alguna institución cambiase su título y pusiese MONUMENTO HOMENAJE A TODOS LOS DIFUNTOS. Sería una burla al monumento, un desprecio a los fallecidos por el coronavirus y un falseamiento de la Historia”. Pues bien, el monumento se ha hecho. Y muy bien, por cierto. Frente al Palacio de Cibeles, en la isleta situada en la calle Alcalá en dirección hacia la Puerta del Sol, se encuentra el pebetero que recuerda a todas las víctimas de la Covid-19. Esperemos que ninguna institución lo usurpe y manipule soldándole una placa ajena al motivo por el que fue creado o poniendo unas letras que alteren y desmemorien lo sucedido.

 

Buenos días. Muchas gracias. Cuídense. Cuidémonos.