martes, 4 de septiembre de 2012

LA DESAPARICIÓN DE LOS NIÑOS RUTH Y JOSÉ, Y EL 11-M


Al día siguiente de conocerse el informe pericial encargado por la familia y el informe encargado por la propia policía, la conspiranoia del 11-M estableció comparaciones con el 11-M. Era lo previsible. Ya lo hizo con el accidente del vuelo JK-5022 ocurrido en el aeropuerto de Barajas el 20 de agosto del 2008 EL 11-M Y EL VUELO JK-5022: ACCIDENTE 'versus' ATENTADO

Así, el 11-M aparece en el artículo de OPINIÓN de El Mundo de fecha 28.08.2012:

"La complejidad del caso no puede justificar, en modo alguno, el error palmario y garrafal de los peritos de la Policía Científica, dirigida en aquel momento por el comisario Santano, más preocupado por cuestiones políticas que por su labor profesional, como demostró en la manipulación de la investigación del 11-M..." (OPINIÓN, El Mundo 28.08.2012). La "manipulación de la investigación del 11-M" refiriéndose al comisario Santano es una burda y grosera falsedad. Miguel Ángel Santano fue absuelto en el juicio que se celebró contra él y tres policías más Absueltos los cuatro mandos policiales juzgados en el "caso del ácido bórico". Es el OPINADOR de El Mundo quien manipula la investigación que se hizo sobre el 11-M.

"La Policía Científica concretó su informe el 10 de noviembre. Los restos fueron localizados el 10 de octubre, apenas dos días después de que desaparecieran los niños Ruth y José. En aquellas fechas aún no se había producido ningún relevo policial, no se habían celebrado las elecciones generales y la Policía Científica estaba dirigida por uno de los hombres de confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba, el comisario Miguel Ángel Santano" (también en El Mundo, 28.08.2012). No dice Fernando Lázaro, autor del artículo, que Rubalcaba a su vez estaba a las órdenes de Zapatero. Debe ser que como Zapatero asistió a la presentación del libro de Pedro J. Ramírez y además Zapatero ha escrito un artículo para El Mundo, ahora ya ha obtenido la bula conspiranoica.

En cuanto al error cometido por la forense de la Policía Científica en el caso de la desaparición de los niños Ruth y José una vez que se confirme que el error es tal ya que está en manos del juez la conclusión final, el fallo sería tan garrafal como lo fue el cometido por la forense del 11-M, Carmen Baladía, que incluso se permitió la licencia de decir ante la juez, siete años después de los atentados, que en los cadáveres no había metralla La forense del 11-M declara ante la juez que en los cadáveres no había metralla. Una afirmación desmentida por la propia Sentencia de la Audiencia Nacional y desmentida también por las propias secuelas de víctimas EL 11-M Y LOS "RESTOS DE METRALLA". Una afirmación de la forense Carmen Baladía a la que la conspiranoia no sólo no ha hecho ascos, sino que ha tratado de utilizar en su beneficio para dar pábulo a sus teorías conspirativas. Para nada vimos al OPINADOR de El Mundo cuestionar en su día el informe de esta forense del 11-M, ni "crucificarla", ni cuestionar a sus mandos superiores; como tampoco vimos entonces que se armara un "show" mediático mayúsculo, como el que se ha montado estos días en los platós televisivos a cuenta del erróneo informe de la forense encargada del caso de la desaparición de los niños Ruth y José.

Pero si la conspiranoia quiere avanzar en este asunto de la forense del caso de desaparición de los niños en Las Quemadillas, tendrá que concluir que no fue un error de la forense, que el fallo no fue tal, que fue un acto preparado por la propia forense, conocido por sus mandos superiores y con la connivencia del juez. También tendrá que ponerse del lado de José Bretón, padre de los niños, que se declara inocente; como también la conspiranoia se pone de parte de los terroristas islamistas, que también se declaran inocentes.

La fijación del OPINADOR de El Mundo con el 11-M es de tal magnitud que le priva del necesario rigor para establecer las líneas de diferenciación entre lo que es la violencia de género y la violencia del terrorismo islamista. Establecer comparaciones entre las actuaciones llevadas a cabo por la Policía Científica en el 11-M y en el caso de la desaparición de los niños Ruth y José no sólo es odioso e impúdico; es también la constatación de que la conspiranoia del 11-M, desesperada ya, prefiere hacer el ridículo antes que reconocer la autoría islamista.

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