Dejando de lado las siempre recurrentes “teorías de la
conspiración” y atendiendo a criterios científicos, es importante en estas
circunstancias centrar todos los esfuerzos en derrotar este tipo de pandemias,
que, quienes saben de esto, ya nos venían anunciando desde hace algún
tiempo (septiembre/octubre 2019) a través de diferentes informes, sin que
ningún Gobierno del mundo ni ningún grupo político de Oposición del mundo
tomara medidas o las reclamase de forma tajante. Es muy importante huir de las
demagogias y populismos, y diferenciar lo que es la decisión política de
iniciar una guerra de lo que es una consecuencia de la condición biológica de
la especie humana en el contexto de su existencia en el planeta Tierra. Como
nos ha dejado dicho Stephen Hawking, "al fin y al cabo, los humanos somos
conjuntos de partículas fundamentales de la naturaleza". La cuestión es
que los humanos todavía no hemos sabido o podido lograr que todas las
“partículas fundamentales de la naturaleza” actúen al servicio de nuestra
salud, de nuestra vida. Pero para lograr esto, también se necesita una
determinación política.