El número 30 agosto 2016 de la revista ICON-El País publica un texto que me ha dejado estupefacto. El texto lleva por título 11 DE SEPTIEMBRE LA MADRE DE TODAS LAS CULPAS, y su autor es IÑIGO LÓPEZ PALACIOS.
Con el fin de mostrarles mi perplejidad, les expongo a continuación un pequeño –pero para mí muy significativo– párrafo del citado texto: "La caótica invasión de Irak, algo que a largo plazo ha desembocado en el nacimiento y crecimiento del ISIS, es consecuencia del 11-S, y siguiendo ese mismo hilo causal también lo es la actual situación política en España. La dificultad casi insalvable para formar gobierno se debe a la ruptura del bipartidismo parlamentario tras la entrada de dos nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos. El origen de este último está en el movimiento 15-M, que a su vez se remonta a las protestas del "No a la guerra de Irak", que fue una consecuencia a su vez del 11-S".
Antes de nada, quiero dejar claro que no es que yo cuestione que Iñigo López Palacios cite a Ciudadanos, al 15-M y a Podemos, más allá de que discrepe con él cuando dice que el 15-M, se remonta a las protestas del "No a la guerra de Irak". En mi opinión, el nacimiento del 15-M se debe al rechazo de determinadas políticas de empleo, sanidad, educación, vivienda, etc. y por la falta de expectativas de futuro para muchas personas, así como por la indignación y protestas ante la corrupción rampante en determinados partidos, organizaciones e instituciones. En cualquier caso, sobre este asunto, opiniones como las de Iñigo López Palacios o la mía, u otras, son debatibles, analizables; pero lo que no es de recibo, lo que me resulta inadmisible es el ocultamiento que hace del 11-M: once de marzo de dos mil cuatro, fecha de los atentados del terrorismo islamista en trenes de cercanías de Madrid. ¿Cómo es posible que un extenso texto de cuatro páginas que habla de Al Qaeda, del 11-S, de la invasión de Irak, del Estado Islámico (ISIS), incluso del reciente atentado en Niza, oculte el 11-M? No puedo interpretarlo como un descuido ni como un olvido. Lo percibo como un acto deliberado de ocultamiento realizado por el autor del texto con no sé qué determinada intencionalidad (¿política, económica, estrategia de marketing para captar lectores entre Ciudadanos y Podemos?...), y que, sin embargo, sí introduce una cita a Ciudadanos, el 15-M y Podemos, que más bien parece metida con calzador y a destiempo, con un tinte demagógico impropio de quien pretende argumentar acerca de las consecuencias del terrorismo islamista.
No queda otra que seguir luchando: contra la conspiranoia política y mediática, contra el ninguneo, contra el olvido, y ahora, por lo que se ve, también contra descarados e injustificables ocultamientos del 11-M, como el llevado a cabo por Iñigo López Palacios.
Sí se puede y se debe luchar contra el ocultamiento del 11-M. Está en juego la Memoria Histórica del 11-M.