Como todos los años, es habitual que en fechas cercanas a las conmemoraciones del 11-M se recrudezcan los bulos de la "conspiranoia política y mediática" en torno a los atentados del terrorismo yihadista del 11 de marzo de 2004 en cuatro trenes de cercanías de Madrid. De hecho, he leído alguno que ha vuelto a circular en estos días, y del que ya di cuenta en una entrada en mi Blog ni más ni menos que ¡¡¡el 1 de agosto 2012!!! con el título El 11-M, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro J. Ramírez. Habiéndose quedado sin argumentos, los conspiranoicos se repiten, a ver si algún incauto pica.
Pero dejando atrás las ya trasnochadas mentiras, destaco que el periódico El Mundo sigue la estrategia de poner
grandes titulares tendenciosos y equívocos, sobre todo cuando hay personas que sólo leen el gran titular de la portada y luego no leen el artículo, porque si lo leen van a caer en la cuenta que no se justifica ese gran titular para lo que luego admite el artículo. En mi opinión, es una forma engañosa de hacer periodismo; yo no lo considero periodismo. Recientemente y en relación a un "informe secreto" hallado por el Ministerio de Interior (por lo tanto, un informe ya desvelado), un gran titular de portada de El Mundo fue: La Policía admite fallos en la custodia de la mochila del 11-M. Un titular que sirve para alimentar a los teóricos de la
conspiración política y mediática, y que contribuye a seguir hurgando en la herida con el consiguiente agravamiento de las secuelas psicológicas en víctimas. Sin embargo, como he dicho antes, la lectura pausada del contenido del
artículo escrito por Fernando Lázaro empequeñece el gran titular de la portada al tiempo que reafirma lo fundamental de lo
ocurrido y sentenciado en los atentados del 11 de marzo de 2004.
Del propio informe elaborado por la Brigada de Análisis y Revisión de
Casos (BARC), así como de las publicaciones en diferentes medios de extractos
del informe, señalo las conclusiones más relevantes:
- La mochila de
Vallecas que no explotó llevaba una bomba con un teléfono móvil en su
interior. Su desactivación permitió a los investigadores obtener datos y
pistas que llevaron al locutorio de Lavapiés y a la detención de Jamal
Zougam, así como a la casa de Morata de Tajuña, Madrid, donde en anteriores días fueron
fabricados los artefactos explosivos.
- Desde la introducción en bolsones de los efectos hasta su apertura en la comisaría
de Puente de Vallecas, los objetos se encontraron en todo momento bajo
custodia y los testigos policiales descartan la posibilidad de que se
manipularan durante el traslado. La BARC concluye que entre el artefacto
localizado en esa comisaría y los que fueron desactivados en otros lugares
relacionados con los atentados, existen elementos comunes que indican que fue depositada en el tren por los terroristas.
- La Audiencia Nacional avaló la mochila de Vallecas como la pieza clave para resolver los atentados del 11-M en los que fueron
asesinadas 191 personas y heridas alrededor de 2.000. El tribunal
presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez defendió la autenticidad de la
bolsa que contenía un artilugio explosivo; bolsa que fue desactivada un
día después del 11 de marzo en el parque Azorín del madrileño barrio de Vallecas.
- El tribunal reflejó también en la sentencia que la cadena de custodia de este efecto no se
rompió. Sentenció que no hay indicio alguno de un deficiente control de
los efectos que, en todo momento, estuvieron bajo custodia de funcionarios
policiales determinados, resaltando que existe un enlace múltiple,
unívoco, preciso y directo entre el explosivo desactivado en el parque
Azorín y los distintos escenarios de los atentados. La sentencia también
realiza un informe detallado tanto del teléfono como de la tarjeta del
aparato intervenidos en esa bolsa y que fueron la clave policial para
llegar a Jamal Zougam, concluyendo que del análisis de la prueba
practicada sobre la tarjeta del teléfono que tenía la bomba desactivada en
Vallecas se pudo llegar hasta el locutorio de Jamal Zougam, en la calle
Tribulete del barrio de Lavapiés, en Madrid. Concluyendo también que el
análisis del teléfono conduce a afirmar que las personas que los
adquirieron entre el 3 y el 8 de marzo en Bazar Top formaban parte del
grupo terrorista y estuvieron en la casa de Morata de Tajuña, Madrid.
- La propia Fiscalía de la Audiencia Nacional, teniendo en cuenta los Antecedentes de Hecho y
los Fundamentos Jurídicos, ha decretado que:
Una vez examinado su contenido, se constata que el informe en cuestión no contiene ningún dato, indicio o elemento incriminatorio nuevo y/o distinto, de los ya incorporados en su día al procedimiento judicial, que justifique una reapertura de la misma a los efectos de iniciar nuevas líneas de investigación o esclarecer nuevas responsabilidades en la planificación y ejecución de los atentados, acordando el archivo sin más trámites de las diligencias de investigación.