El miércoles 10 de mayo de 2017
el periódico El Mundo sacó un suplemento con motivo de la publicación del
número 10.000. En el artículo de Opinión se escribe, entre otras cosas: “…Hoy
publicamos el número 10.000, con el que entregamos un suplemento de 184 páginas
en el que se da testimonio de la prodigiosa peripecia de este periódico con
hitos informativos que han marcado la historia reciente de este país. Ahí
queda, por ejemplo, la investigación de la guerra sucia contra ETA y de la
formación de los GAL... O las exclusivas sobre Filesa, Ibercorp, los fondos
reservados, las andanzas de Paesa y Roldán, las escuchas del Cesid, el
chivatazo del bar Faisán, Nóos y Urdangarin, el caso Gürtel, la fortuna de los Pujol o Football Leaks…”. Ya en el suplemento, el artículo del actual
director Pedro García Cuartango
incide en prácticamente los mismos hitos informativos. Resulta muy
significativo y sintomático que ambos artículos no citen el 11-M, teniendo en
cuenta que en estos más de diez años las teorías de la conspiración sobre el
11-M han sido una constante y la gran apuesta periodística del periódico El
Mundo. La gran apuesta y el gran fracaso. Pero bueno, es preferible no citar el
11-M a citarle a base de mentiras y manipulaciones.
Significativo y sintomático es
también el artículo de Lucía Méndez,
redactora jefe de la sección de Opinión que, entre otras cosas, escribe: “…Por
eso hemos celebrado los éxitos profesionales y la prosperidad de los tiempos
gloriosos, de la misma forma que hemos lamentado los errores y excesos de
nuestra historia. Desde las grandes exclusivas que han hecho temblar a los
gobiernos y dimitir a los ministros, hasta la discutible cobertura de la herida
abierta en la sociedad española como consecuencia de la terrible masacre del
11-M…”.
También muy significativo y
sintomático es el artículo que escribe un día después Alfonso de Salas, cofundador de EL MUNDO y presidente-editor de
Editorial Ecoprensa, quien, entre otras cosas, escribe: “…En mi opinión sólo
hay un baldón en la historia de EL MUNDO: el 11-M. Durante muchos años se
empeñó en intentar demostrar que detrás de él estaba ETA, poniendo a prueba la
paciencia de sus lectores sin ningún resultado...”. Sintomático y
significativo, he dicho bien. Sorprendente también por decir “poniendo a prueba
la paciencia de los lectores”, y no ser capaz de hablar del daño causado a
víctimas del 11-M durante todo este tiempo de difamaciones y manipulaciones
practicadas por El Mundo.
Y más que revelador es el hecho
de que a Federico Jiménez Losantos, uno de los padres y predicadores de la teoría de la conspiración del 11-M, le
hayan puesto en el suplemento un artículo suyo de 1.997 (el 11-M fue en 2.004),
máxime cuando desde el once de marzo de dos mil cuatro cita casi de continuo
el 11-M, trate el tema que trate y por lo tanto muchas de las veces sin venir a
cuento. Además de Federico Jiménez Losantos que, como he dicho, sigue escribiendo en El Mundo, otros dos de los promotores y avalistas de las teorías de la conspiración del 11-M, Pedro J. Ramírez y Casimiro García-Abadillo, no sólo es que ya no están en la dirección de El Mundo (los dos han sido directores de El Mundo), es que ya ni siquiera están en El Mundo.
Hay, sin embargo, en mi opinión,
un pero en toda esta rectificación de
El Mundo. Su periodista Joaquín Manso,
jefe de la sección de España, en el mismo artículo en el que reconoce el 11-M
como el “zarpazo del terrorismo islamista” y los “errores cometidos a lo largo del
trabajo periodístico”, dice que “este periódico siguió detrás de la noticia
publicando, por ejemplo,… los elementos objetivos que cuestionan la credibilidad
de las testigos que provocaron la condena de Jamal Zougam…”. Joaquín Manso da toda la sensación de
tener un gran problema con este asunto, y en algún momento tendrá que decir a
qué se debe.
Un gráfico de los atentados
acompaña el artículo de Joaquín Manso.
En el gráfico hay una frase que dice: “Tras la confusión inicial, comenzó una
investigación que todavía sigue abierta”. Es mentira, es otra manipulación más
de El Mundo a través de su periodista Joaquín Manso. No hay ninguna investigación abierta –cosa
bien distinta es que puedan abrirse piezas separadas– en la medida que los Hechos Probados en la
Sentencia del 11-M son cosa juzgada y cerrada, a no ser que sea el propio Joaquín Manso el que esté
“investigando”. Me viene ahora a la memoria lo del reciente Informe secreto hallado por el Ministerio del Interior. Informe secreto elaborado al parecer
por un determinado grupo de policías. Informe secreto que, al conocerlo la
Fiscalía de la Audiencia Nacional, dejó de ser secreto y fue archivado por no
contener nada nuevo. ¿No se estará refiriendo Joaquín Manso a ese informe u otros posibles informes prefabricados
que bien pudiera colocar en algún cajón cualquier interesado en mantener
y reavivar las patrañas elaboradas por El Mundo sobre el 11-M?