Pasado el octavo año tras los atentados del 11-M y pasado también el fragor y la "división" con que se vivió este aniversario, ahora, con un poco más de distancia en el tiempo y con tranquilidad quiero referirme a un hecho que ha pasado más bien inadvertido. Un hecho que al parecer no ha merecido una gran portada a casi toda página de "El Mundo" –de esas a las que nos tiene acostumbrados con el 11M–, pero al que el propio periódico sí se refirió el 12 de marzo de 2012 en una página interior: ..."La Audiencia de Madrid ha condenado al diario a pagar 34.000 euros a su familia. Esta sentencia va a ser recurrida ante el Tribunal Supremo"... La sentencia está relacionada con un reportaje que el suplemento CRÓNICA publicó sobre una víctima del 11-M, Laura Vega, que está en coma. Este es el hecho, independientemente de lo que posteriormente decida el Tribunal Supremo.
"El
Mundo" se ha llenado la boca hablando de "las víctimas del
11-M": “Bofetada de la Audiencia de Madrid a las víctimas del 11-M",
"Sólido recurso de las víctimas del 11-M".... Tanto se le ha llenado
la boca hablando de "las víctimas del 11-M" que ha terminado por
atragantarse. Desde algún tiempo he mantenido –siempre que me he dado cuenta y
he podido– que hablar de "las víctimas del 11-M" en general, es un
error, una usurpación. Es mejor decir "unas víctimas del 11-M dicen",
"algunas víctimas del 11-M hablan" porque ahora sabemos qué ha pasado
entre "una víctima del 11-M" y "El Mundo".
Son ya muchos los que, afortunadamente, se han dado cuenta de lo que ha significado estar durante muchos años en la órbita de los Pedro J. Ramírez, Jiménez Losantos, Luis del Pino, César Vidal, La Cope, Telemadrid, Libertad Digital, Intereconomía, la Gaceta, El Mundo, dirigentes del Partido Popular y todos los conspiranoicos de turno.
Son ya muchos los que, afortunadamente, se han dado cuenta de lo que ha significado estar durante muchos años en la órbita de los Pedro J. Ramírez, Jiménez Losantos, Luis del Pino, César Vidal, La Cope, Telemadrid, Libertad Digital, Intereconomía, la Gaceta, El Mundo, dirigentes del Partido Popular y todos los conspiranoicos de turno.
Decía Julia Otero en El peligro yihadista está entre nosotros, a raíz de los asesinatos cometidos por el yihadista de Toulouse:
"El
peligro yihadista está entre nosotros: hoy mismo la guardia civil ha detenido
en Valencia a un individuo casado con una española, que lo mantenía, a él
y la hija de ambos, mientras él se dedicaba de lleno y exclusivamente, a
adoctrinar por internet y alentar a cometer atentados. 100 guardias civiles han
estado trabajando desde hace más de un año en esta operación que permanece
abierta aún.
La versión
conspiranoica del atentado español del 11M, ha alejado a muchas personas de
buena fe de la conciencia de los peligros yihadistas que nos acechan. Suerte
que la policía y la guardia civil no se han distraído".
Igualmente,
es posible que haya gente que vaya cayendo en la cuenta de quiénes han causado la
división entre víctimas del 11-M. En mi opinión, dicha división la han creado
quienes desde el primer momento no admitieron ni asumieron que ETA no fuese la
autora del 11-M. Yo no he elegido ser víctima del terrorismo islamista de la
misma forma que víctimas del terrorismo etarra tampoco eligieron ser víctimas
de ETA. Es precisamente el fastidio, el odio, el rencor, la paranoia y el
fanatismo que tienen los que prefirieron que la autora del 11-M hubiera sido
ETA lo que ha provocado la división y el envenenamiento. Y los que prefirieron
–y siguen prefiriendo– que los autores del 11-M hubiesen sido etarras, son los
que hoy, hipócritamente, se rasgan las vestiduras por la división entre
víctimas del 11-M.
Decía el
periodista de "El Mundo", Santiago González, en su artículo "El
error Manjón" de fecha 12.03.2012: …"Vistas así las cosas, no se
entiende que el discurso de Manjón no canalizara su odio, afán de venganza o
sed de justicia hacia los asesinos del 11-M y el integrismo que inspiró la
matanza, sino contra la llamada teoría de la conspiración, los medios que están
en ella y el fiscal general del Estado”... ¿Cómo este periodista de
"El Mundo" puede mentir de manera tan ruin cuando Pilar Manjón
precisamente dijo: "...Para Manjón,
el 11-M es un caso cerrado, ya que los atentados 'fueron dirigidos y
financiados por el emir de Al Qaeda (Bin Laden), inspirados por él y
perpetrados por un elenco de individuos de ideología yihadista'. 'Los criminales de este caso están juzgados con
todas las garantías y hay tres sentencias que lo afirman', aseguró
rotunda" (El Mundo 12.03.2012). ¿Cómo este periodista de
"El Mundo" puede ser tan mendaz si fue precisamente Pilar Manjón y la
Asociación 11-M Afectados Terrorismo que preside quien durante el juicio
celebrado peleó decididamente para que se condenara a los terroristas
islamistas? Es precisamente "El Mundo" (el periódico en el que
escribe Santiago González) y toda la trama político-mediática englobada en la
teoría de la conspiración quienes no han ido contra los autores terroristas
islamistas; al contrario, tratan de exculparles, como hemos visto en el caso de
Zougam, al que intentan por todos los medios de liberar y sacar de la cárcel.
Como
víctima, yo no me considero respetado por la trama conspiranoica
político-mediática y entiendo que la causa es que no he sido víctima de ETA
y por lo tanto no soy víctima de su agrado. A los ojos de la sociedad me hacen
aparecer como víctima de segunda o de tercera, mientras que a víctimas de ETA la
conspiranoia las considera de primera. Me considero una víctima que les
molesta porque lo que les hubiese gustado es que ETA hubiese sido la autora del
11-M, cosa que, para desgracia y desazón de toda la trama conspiranoica
político-mediática, no fue así.
Yo no quiero
llevarme a engaño ni alimentar falsas ilusiones. Mi opinión es que no habrá una
unión real y verdadera entre “víctimas del 11-M” mientras la trama
político-mediática no se retracte de todas sus mentiras, engaños y
manipulaciones fabricadas en torno al 11-M; mientras no pida perdón
públicamente por el dolor añadido causado en estos ya más de ocho años
transcurridos desde los atentados; mientras no admita la realidad, esto es la
ejecución de los atentados por terroristas islamistas vinculados a Al Qaeda y
la Yihad, atentados motivados –dicho por los propios autores del 11-M– por la
participación de España en la guerra de Irak (participación que ha pasado a las
páginas negras de la Historia con la desgraciada foto de Bush, Aznar y Blair en
las Azores); mientras no admita que la propia Policía de Aznar y Acebes
detuvo a los pocos días a terroristas islamistas tras las pistas encontradas en
los móviles utilizados en los atentados, que llevaron a las Fuerzas de
Seguridad de Aznar y Acebes al locutorio de Jamal Zougam, pistas que también
llevaron a la Policía de Aznar y Acebes al piso de Leganés, en el que otros
cuantos terroristas autores del 11-M se refugiaron y en el que terminaron
suicidándose antes de ser detenidos para ser juzgados; mientras no diga quién o
quiénes, a los pocos días de los atentados y bajo el Gobierno del PP de Aznar,
dieron la orden política de la destrucción de los trenes; mientras no diga qué
había escrito sobre el 11-M en los ordenadores de la Moncloa antes de ser
borrado su contenido con la salida de Aznar del Gobierno.