miércoles, 9 de mayo de 2012

EL 11-M Y AZNAR

Esta nota la escribí el 4 de julio de 2009


He leído en elplural.com un resumen hecho por José María Garrido de la entrevista que Federico Jiménez Losantos le hace al ex-presidente de Gobierno, José María Aznar.

Aznar vuelve a hablar del 11-M. Sería interesante que alguien pudiese hacer un análisis serio acerca de cuál es el grado de frustración que esta persona tiene con relación al 11-M y por qué, intermitente y obsesivamente, se repite con esta fecha. Esta vez quiero ser breve porque son muchas las veces que he escrito sobre Aznar y el 11-M y porque, para contestarle, corro también el riesgo, como él, de repetirme. Aún así, prefiero correr el riesgo de repetirme antes que callarme y morderme la lengua. Por eso, en este escrito voy a recordar solamente una cita y una Carta al director.

La cita es relativamente reciente. Tiene fecha 21 de abril de 2009. Pertenece a un párrafo de la Editorial del Periódico NEGOCIO & ESTILO DE VIDA. Dice así:

"...Pero es lamentable el eterno resquemor que transpira Aznar en casi todos sus actos. Cuando no boicotea sin excesivos miramientos a su propio partido, actúa en un tono rayano en la caricatura. José María Aznar se creyó en un momento un semidiós en posesión de la verdad absoluta y no perdonará jamás lo que considera una injusticia histórica en relación al 11-M. Aznar debe serenarse y superar esa frustración, en beneficio de todos los españoles..."

Similares a esta cita, desde el 11 de marzo de 2004, he oído y leído muchas en la misma dirección.

La Carta al director tiene fecha 15 de mayo de 2006 –conviene recordar que el juicio del 11-M fue en el 2007–, y es una de la treintena de cartas de mi segundo libro 11-M CARTAS AL DIRECTOR,  que titulé Aznar, la FAES y el 11-M. Dice así:

"Se equivocan quienes, tras la intervención de Aznar en la presentación de Robert Kagan el 8 de mayo en la Universidad San Pablo CEU, intentan “aproximar” a Aznar a la realidad de los atentados del 11-M. Y se equivocan también quienes piensan que lo que dijo sobre el 11-M en esa intervención fue “el reconocimiento de una gran mentira”. Tiene razón Aznar en su carta posterior (ABC, 10 de mayo de 2006) cuando escribe que lo dicho en su intervención no supone ninguna novedad en su percepción del 11-M. Si al hablar del terrorismo islamista menciona el 11-M “es porque existe la percepción generalizada en España y en todo el mundo de que elementos islamistas tuvieron un determinado grado de participación en la autoría material”. Es “la percepción generalizada en España y en todo el mundo”, no la suya. Así Aznar puede seguir teniendo su particular “percepción” de que el grado de autoría material islamista fue mínimo y el grado mayor de participación en la autoría material sería de otros (¿ETA, la policía, la guardia civil, los jueces, los servicios secretos, el PSOE?...) Los malditos asesinos terroristas islamistas serían entonces unos pobrecitos “moritos” que fueron “utilizados”.
 
Hay un detalle importante en la intervención de Aznar refiriéndose al 11-M. Cita Bali, Estambul, Casablanca, Madrid o Londres. Pero en ningún momento habla de su gran mentira acerca de la existencia de las armas de destrucción masiva ni pronuncia la palabra “Irak”, cuando de todos es sabida su relación con los atentados del 11-M. Aznar en su intervención obvia la palabra “Irak” igual que obvia el auto del juez Del Olmo. Auto de procesamiento que concluye, provisionalmente, que los atentados fueron obra de terroristas islamistas, que vincula los atentados a la participación española en la guerra de Irak y que descarta la participación de ETA. Pero hay más, Aznar tampoco cita lo que FAES, la fundación que él preside, dijo a principios de 2003: “Cabe esperar el recrudecimiento de la amenaza terrorista si es que se produce la guerra contra Irak, una amenaza que afectará principalmente a los países que participen en ella” ¿Por qué? Porque sabe que ahí está la clave del 11-M. Porque sabe que “se produjo la guerra contra Irak”, que “España participó en ella”, que “se incrementó la amenaza terrorista”, y que la suma de todo nos trajo la tragedia del 11-M. Los pronósticos de FAES se cumplieron. Por eso Aznar elude hablar de todo ello. No quiere reconocerse en lo dicho entonces por FAES porque le delata, le descubre y le pone en evidencia. Aznar ha quedado atrapado en y por la FAES. Eso sí, Aznar en su intervención elogió a Ana Palacio, su ministra de Asuntos Exteriores. La que tras la ocupación de Irak tuvo la “percepción” de que “ya los ciudadanos pagan unos céntimos menos por la gasolina y el gasóleo”. La que, con su particular “percepción”, envió una circular a los embajadores españoles en el mundo, ordenándoles que certificasen la responsabilidad de ETA en los atentados del 11-M. ¡Menudo papelón el suyo!"