El director
de El Mundo, Pedro J. Ramírez, máximo defensor de la denominada teoría de la
conspiración del 11-M, ha mostrado su confianza en que el caso por la matanza
de Madrid en marzo de 2004 se reabra “no demasiado tarde” en los tribunales.
"Quedan
asuntos importantes de los atentados por aclarar. Hasta el último día de
nuestra vida intentaremos averiguar lo que ocurrió en relación a ese hecho
determinante de la historia del siglo XXI", ha afirmado.
Durante una
conferencia en el Foro de la Nueva Comunicación, organizado por Nueva Economía
Fórum, Ramírez dijo que "nadie que sea honesto y que conozca la
información incluida en el sumario y en los propios términos de la sentencia de
la Audiencia Nacional y del Supremo podrá pretender que todo lo esencial ha
sido aclarado”.
"Confío
en que veamos de nuevo este asunto, y no demasiado tarde, de nuevo en sede
judicial", ha señalado el responsable de El Mundo.
Si, como
implora Pedro J. Ramírez, el juicio del 11-M se reabre, es muy probable que
esta vez el juez Gómez Bermúdez a la hora de redactar la sentencia ya no pueda
andar con subterfugios y medias tintas.
En la
Sentencia de la Audiencia Nacional del 31 de octubre de 2008, en el Capítulo de
Hechos Probados, el Punto 8.3.4. dice lo siguiente: "Así mismo, se encontró un
papel con números de teléfonos, entre ellos el del procesado Saed EL HARRAK, y
un texto incompleto, manuscrito en lengua árabe, en el que el grupo se atribuye
la colocación del artefacto explosivo en la vía del AVE Madrid-Sevilla a su
paso por Mocejón (Toledo). Este papel, escrito por el suicida Sarhane Ben
Abdelmajid Falket, junto con otro texto encontrado en otro papel diferente,
eran borradores del fax remitido al periódico ABC a 18 horas del 3 de abril por
los yihadistas."
Y el Punto
8.3.5. dice así: "Entre las ruinas fueron encontradas dos cintas de vídeo
grabadas el 27 de marzo de 2004 con una cámara de vídeo JVC que también estaba
entre los escombros. Las cintas contenían grabaciones con reivindicaciones de
los atentados del 11 de marzo y ambas eran de la marca TDK. En ellas aparecen
tres personas con la cara cubierta, portando una pistola y un subfusil y
vestidos con unas túnicas blancas sobre las que llevan chalecos con cartuchos
de explosivos. A sus espaldas, a modo de estandarte, se ve un trozo de tela
rectangular, de color verde, también recuperada entre los escombros con la
leyenda en árabe 'No hay más que un dios - dios es único y
Mohamed es su profeta'. Así mismo se recuperaron vídeos sobre campamentos
de ALQAEDA..."
Como he
dicho antes, esto es lo que los jueces del Tribunal del 11-M redactaron (para
no justificar en ningún caso un atentado –es mi opinión-), pero lo que las
cintas de vídeo dicen y proyectan son palabras e imágenes más claras, concisas,
duras y contundentes. En dichas cintas hay cosas como ésta: "La primera
imagen, según varias personas que lo han visto, es un rótulo en el que se lee "Spain explosions"
(explosiones de Madrid), y tras ellos figura una bandera de Irak junto a otra de
España. La enseña iraquí comienza a arder y se transforma en un mapa del país,
también en llamas", o como ésta otra: “Tras ello salen las banderas de
Estados Unidos, España, Gran Bretaña y Australia, e, inmediatamente, imágenes
de George Bush,
Tony Blair
y José María Aznar.
Las siguientes imágenes corresponden a víctimas civiles de los bombardeos sobre
Irak, tras lo que una voz dice: "No
sois vosotros, son humanos" y "esto es lo que hacen y siguen haciendo
los invasores de Irak". En cualquier caso, es mejor leerlo
todo completo en EL PAÍS del lunes 26 de septiembre de 2005 o en PÚBLICO del
viernes 9 de noviembre de 2007, o en La policía halla en un ordenador el vídeo perdido del 11-M, con fotos de Irak, Bush, Blair y Aznar
Quizá si el
juicio se reabre, el juez Gómez Bermúdez se vea en la necesidad moral de
redactar el punto 8.3.5. íntegramente, tal y como está la cinta que el juez Del
Olmo les entregó junto con todo el sumario.
Es probable
que las ventas del periódico EL MUNDO flaqueen y Pedro J. Ramírez quiera
aumentarlas con nuevas entregas sobre el 11-M que mantengan en jaque a la negra
peonada, incluida la libre. En cualquier caso, si el juicio del 11-M se reabre,
es también más que probable que Pedro J. Ramírez se hunda más en la miseria
moral y periodística. Sobre todo cuando le veamos por los juzgados con la
maleta esa que tiene llena de pruebas. Pruebas que por cierto, tiempo ha tenido
ya de presentarlas ante el juez. Desde el 11 de marzo de 2004.