La escalada de la teoría de la conspiración emprendida por El Mundo el 11.05.2009 con la divulgación del informe del perito Antonio Iglesias, tuvo su punto álgido –que no final– el 01.06.2009, con la intervención de Pedro J. Ramírez en la presentación del libro "Titadyn". Intervención en la que con el título "Yo acuso (España 2009)" acusa a 18 cargos policiales y judiciales. Supongo que la poca originalidad del título –no deja de ser un recurso literario–, imitando al escritor Émile Zola, permite que cualquiera pueda hablar o escribir al amparo del mismo título.
Antes de entrar en el "Yo
acuso" de Pedro J. Ramírez, creo conveniente hacer un recordatorio de
cómo "el informe Iglesias" ha ido creciendo a golpe de información
prácticamente diaria en El Mundo y conforme iba avanzado el calendario
de las Elecciones Europeas del 7 de Junio, lo que ha posibilitado que un
elenco de personajes del PP haya vuelto a hablar del 11-M: Soraya Sáenz de
Santamaría, Esteban González Pons, José Luís Ayllón, Nacho Uriarte, María
Dolores de Cospedal.... Unos cuantos, sí, pero nada que ver con los otrora
omnipresentes Acebes y Zaplana, quemados ya en las llamas de la gestión
política del PP sobre el 11-M y entregados hoy a sus menesteres mercantiles.
Mención especial merecen sin embargo algunos nombres:
Fernando Lázaro (Periodista de El
Mundo), quien con relación a la absolución de dos policías acusados de
filtrar a El Mundo información, escribía el 28.05.2009: "Mal o
bien, las sentencias se deben asumir, tanto desde El Mundo como desde
Interior o desde los juzgados de Murcia o desde la Dirección Adjunta Operativa
de la Policía". ¿Podría el Sr. Lázaro ser tan amable de explicarle a su
director qué es eso de que las sentencias se deben asumir?
Casimiro García-Abadillo (vicedirector
de El Mundo), quien el 01.06.09 decía: "El valor del informe
Iglesias es que no contiene elucubraciones, teorías o autos de fe, sino
datos". Ése es el quid de la cuestión: datos, muchos datos. En el
11-M hay muchísimos datos. Pero en un juicio lo que cuenta son las pruebas, no
los datos. Y las pruebas en el juicio fueron aceptadas unas, y rechazadas
otras. En el juicio se libró la batalla de las pruebas, no la de los datos. No
hay más que leer o ver los vídeos de todas las sesiones durante todos los meses
que duró el juicio. Un ejemplo: la intervención del eurodiputado del PP que era
el jefe de la Policía del Gobierno de Aznar cuando se produjeron los atentados.
El tribunal del 11-M le impuso una multa de 1.000 euros y ordenó deducir
testimonio contra el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera,
por un delito de desobediencia grave a la autoridad por negarse a dar el nombre
de la persona que le informó de la existencia de un documento secreto que
recogía las supuestas vinculaciones entre ETA y el 11-M. Los jueces adoptaron
esta decisión después de que Agustín Díez de Mera se negase a dar el nombre de
esa persona argumentando que no podía revelar sus datos (el subrayado es
mío) porque es una "fuente policial acreditada y honesta" de la
Policía y que prefería que la responsabilidad recayera sobre él. El presidente
del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le rogó en varias ocasiones que meditara
"tranquilamente" la consecuencia de su negativa no sólo por su
condición de aforado al ser eurodiputado, sino por el problema que supone las
situación en la que queda este proceso y le dijo: "medite, se lo ruego,
más allá de su postura ética y del amor que dice tener a la Policía" (EFE,
Madrid, 29.03.07). El 07.11.07 el Tribunal Supremo archivó su caso después de
que facilitara a la Justicia el nombre del agente que le comunicó la existencia
del citado informe a través de una carta al tribunal.
Aznar, volviendo a repetir el
03.06.09: "No creo que los que planificaron y eligieron precisamente ese
día anden en desiertos remotos ni en montañas lejanas". Efectivamente Sr. Aznar,
¡cómo lo sabe! No estaban por allí. Estaban en la casa de Morata de Tajuña, en
la calle Virgen del Coro, en la mezquita de la M-30, repartidos en los trenes,
en el piso de Leganés... Y además, ¡qué gran acierto lo dicho por Ud. también,
Sr. Aznar!: "Las redes del terrorismo fundamentalista islámico están
extendidas por todo el mundo y también por Europa y nuestro país. En algunos
casos, hemos sido capaces de detectar sus movimientos a tiempo. El 11-M,
desgraciadamente, no supimos hacerlo". ¿Para cuándo una gran portada de El
Mundo solamente con la foto de Aznar y un gran titular repitiendo esta
última declaración? El hecho de que en una operación de marketing se haya
fotografiado con su gobierno de 1996 ahora en el 2009 no va a hacer olvidar la
foto con la que pasará a la historia junto a Bush y Blair: la trágica foto de
las Azores.
Alfa y Omega (04.06.09). El semanario
de Rouco Varela (Arzobispo de la archidiócesis de Madrid y Presidente de la
Conferencia Episcopal Española), enlazando el 11-M con otros casos
internacionales que quedaron sin resolver y que con el tiempo han llegado a
sorprendentes conclusiones. ¡Qué razón tiene! ¡Cuántos casos sin resolver! Como
la transformación del humilde pesebre en una multinacional acosada por los
casos de pederastia ante los que mira para otro lado; una empresa gobernada por
jerarcas-gestores de palacios, fortunas, joyas, tierras y dogmas. Casos como el
proceso del Santo Oficio contra el astrónomo Galileo Galilei, o el del Giordano
Bruno quemado en la hoguera por decir que era la Tierra la que giraba alrededor
del Sol y no al revés. Casos como la muerte en extrañas circunstancias del papa
Juan Pablo I. Casos como la relación del Vaticano con el Banco Ambrosiano.
Casos sin resolver en la Santa Sede. Sí, muchos casos.
Volviendo a la intervención de Pedro
J. Ramírez, "Yo acuso (España 2009)", antes de comenzar su
relato de acusaciones dice: "Yo no sé lo que ocurrió el 11-M y el
trabajo de Antonio Iglesias tampoco lo desvela". ¿...? Esta pública
confesión viene a corroborar lo dicho por el Colegio Oficial de Químicos de
Madrid, en el sentido de que una cosa es el trabajo que haya hecho el perito y
otra cosa es la utilización e instrumentalización que El Mundo quiera
hacer de él. Según Antonio Zapardiel (Decano del Colegio y Asociación de
Químicos de Madrid), “el diario El Mundo hace una utilización de
términos que no están en el comunicado” que ha emitido la institución y que
pueden “llevar a equívocos”. “Ese comunicado es el que es, y dice lo que dice,
que el COQM es completamente ajeno al contenido y uso del informe del señor
Iglesias”, advirtió, e insistió en que, como ya recoge ese mismo comunicado,
“la propiedad intelectual de los trabajos es de sus autores, por lo que el
Colegio ni entra ni puede entrar a hacer valoraciones y conclusiones sobre sus
contenidos”. Más información sobre este asunto en el propio diario El Mundo de fecha 09.06.09.
Queda claro –lo dice
él mismo– que Pedro J. Ramírez no sabe lo que ocurrió el 11-M. Pero no quiere
entender ni reconocer que hay bastantes personas que saben mucho más que él,
que tienen muchos más "datos" que él, que tienen muchas más
"pruebas" que él. Y cuando uno no sabe, lo menos que puede hacer es
callarse, a no ser que quiera exponerse al ridículo permanente. El
director de El Mundo emula a Zola, que dijo: "Que se atrevan a
llevarme a los tribunales". Ya le gustaría eso a Pedro J. Ramírez, que le
lleven a los tribunales para acrecentar su ego y acaparar la atención. ¡Él,
Pedro J. Ramírez, el protagonista central del 11-M ante los tribunales! ¡Qué
gran portada para su periódico! Pedro J. Ramírez, otro que quiere invertir la
carga de la prueba. Pero no es así, no señor. Es él quien tiene que acudir al
juzgado. Yo acuso a Pedro J. Ramírez. Le acuso de no tener la valentía y el
coraje suficientes para convertir su intervención en una denuncia, demanda,
querella o como la quiera llamar, y presentarla en el juzgado. Él por delante,
en lugar de instar a otros a que lo hagan.