Para la caverna política y mediática el 11-M se ha convertido en una solución fácil, un producto de "usar y tirar", una fecha recurrente, de forma que la sacan a colación en cada acontecimiento que se produce; una garrota que lo mismo utilizan para apoyarse que para dar garrotazos.
El caso que hoy me ocupa
es el artículo de Fernando Sánchez Dragó en el periódico El Mundo, en el que
para darle a la pluma sobre el auto del juez Baltasar Garzón para investigar los
muertos y desaparecidos durante la guerra civil y el franquismo, se refiere a
Zapatero diciendo "que llegó al poder gracias a un atentado". ¡Ya
está bien de instrumentalizar la fecha del 11-M para babosearla ante cualquier
hecho cultural, social, económico o político que les descompone!
Me viene
también a la memoria lo dicho recientemente por el director de El Mundo, Pedro
J. Ramírez, aunando en la Historia los atentados del 11-M con la crisis
económica: “El destino ha hecho coincidir las dos investiduras presidenciales
de Zapatero con los dos mayores traumas de nuestra experiencia colectiva más
reciente. La de 2004 estuvo marcada por el 11-M. Ésta de ahora por el dramático
desplome de la Economía”. Por cierto, un dramático desplome mundial de la economía
surgido al amparo de Bush, al igual que las hipotecas basura, la especulación,
la subida del petróleo y la guerra de Irak.
Pero volviendo a Sánchez Dragó, tan
versado él, es una lástima que para ilustrar lo dicho sobre Zapatero y el 11-M
no diga lo siguiente: "Soy inmensamente feliz porque ha caído Aznar. El
que siga al perro (Bush) recibirá sólo el terremoto y Madrid ha sido la prueba.
La gente, el pueblo, es contrario al apoyo de los americanos para la guerra de
Iraq" (Conversaciones de El Egipcio ofrecidas por La Razón, 28.07.2004). O
esto otro: "El resultado –se refiere al resultado electoral del 14 de
marzo de 2004– refleja... también la reacción del electorado ante lo que
percibió como cinismo del primer ministro saliente, José María Aznar, al
insistir en que ETA era el principal sospechoso de las bombas..."
(Publicado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, IISS en sus
siglas inglesas). Hay muchas más cosas, pero mejor que él mismo se tome la
molestia de leerlas.
No
es de extrañar que ante cualquier nuevo hecho, cotidiano o no, de mayor o
menor trascendencia, salga de la covacha cualquier traumatizado y hambriento
periodista, escritor o político, para alimentarse de la sangre vertida el día
en el que se escudan para poder sobrevivir política, periodística y
literariamente.