En mi escrito de fecha 8 de diciembre de 2010 titulado EL 11-M, PEDRO J. RAMÍREZ Y Mª DOLORES DE COSPEDAL (CON WIKILEAKS AL FONDO) dije: "Desconozco cuál será la próxima engañifa de El Mundo con relación al 11-M, el próximo gran titular, la próxima gran portada, y cuál será la estrategia del PP para arañar votos con los que llegar al Gobierno a cuenta del 11-M. Pero esta vez, y sin que sirva de precedente, me voy a anticipar a la jugada. Sobre todo porque ambos, según por donde sople el viento, están a partir un piñón con las decisiones de la Justicia y otras, como en el caso del 11-M, se las saltan a la torera."
Dicho
y hecho. El sábado 18.12.2010, un gran titular de El Mundo decía: "La
Audiencia ratifica la 'veracidad' de la investigación de EL MUNDO sobre el
11-M". A continuación, el Partido Popular por boca de González Pons,
preboste y sustituto de Acebes y Zaplana para estos menesteres se sumaba a la
noticia reavivando sus dudas sobre la investigación del 11-M. Total, unos cuantos
días más dedicados al 11-M por la tropa del "queremos saber".
De Esteban González Pons lo que tenía que decir ya lo dije en mi escrito de
fecha 16/09/2009 “El 11-M, González Pons y su olor a podrido”.
Ante esta nueva ofensiva de El Mundo y el PP con relación al 11-M quiero hacer
las siguientes puntualizaciones:
El
gran titular de El Mundo "La Audiencia ratifica la 'veracidad' de la
investigación de EL MUNDO sobre el 11-M", ya de entrada encierra una falta
expresa de información. No es "La Audiencia" a secas. Es la
"Audiencia Provincial de Madrid", como luego dice en páginas
interiores. No es un asunto baladí, tiene su importancia; sobre todo si tenemos
en cuenta que la sentencia del 11-M de fecha 31.10.2007 no es de la Audiencia
Provincial de Madrid, sino de la Audiencia Nacional. Acostumbrado como está a
grandes rotulaciones sobre el 11-M, no creo que El Mundo haya omitido las
palabras "Provincial de Madrid" por falta de espacio. Sospecho que lo
hace porque es consciente de la diferencia entre una sentencia de la Audiencia
Provincial de Madrid y una sentencia de la Audiencia Nacional, y por lo tanto le
es más conveniente realizar dicha omisión en el gran titular de la portada.
En
cuanto a la cuestión de fondo, esta sentencia de la Audiencia Provincial de
Madrid es un asunto diferente al meollo de la sentencia de la Audiencia
Nacional sobre el 11-M. La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid se
produce en base a una demanda sobre el derecho al honor, intimidad e imagen que
el que fuera jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, pone a El Mundo, a
Pedro J. Ramírez, Casimiro García-Abadillo, Fernando Múgica y Federico Jiménez
Losantos, y que realiza un fallo fundamentalmente en base a los conceptos de
derecho al honor y libertad de expresión e información.
Para
nada esta sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid cuestiona la sentencia
de la Audiencia Nacional sobre el 11-M. De hecho, el propio periódico El Mundo
dice en su editorial de fecha 18.12.2010 que: “La Audiencia…, afirma que el
procedimiento no implicaba una revisión de lo que ocurrió el 11-M".
En
ese mismo editorial se escribe: "Manzano era un peón dentro del ajedrez en
el que el Estado estaba jugando la partida de la persecución y el castigo de
los terroristas". Bien, hasta ahí bien. Pero de su cosecha el
editorialista añade: "Un peón que realizó un trabajo sucio y que
contribuyó a obstaculizar la acción de la Justicia". Añade su "verdad
periodística". Es su "verdad periodística", que como tal unos la
podrán creer y otros la podrán considerar una falsedad. Es más, resulta
curiosa la opinión que el editorialista da del término "peón"
aplicado a Manzano si tenemos en cuenta aquel montaje de los Peones Negros en
torno al 11-M, y si tenemos también en cuenta que Pedro J. Ramírez (director de
El Mundo) se dejó ver con una gorra de los Peones Negros. O sea que lo del
"peón" mejor no tocarlo; a ver si vamos a tener que hablar ahora de
qué "peón" es el que está haciendo el trabajo más sucio tras los
atentados yihadistas del 11-M
Se
agarra El Mundo a que la sentencia dice: "La verdad periodística no tiene
por qué coincidir con la verdad judicial (de la misma manera que ésta no
coincide a veces con la verdadera realidad de los hechos y no por eso es
maliciosamente falsa)". Muy bien: Puede no ser "maliciosamente
falsa", lo que, a mi juicio, equivale a decir que puede ser falsa, aunque
no "maliciosamente falsa". Dice "no coincide a veces". Muy
bien: eso equivale a decir que a veces si coincide. El Mundo
intenta hurgar en esta frase para cuestionar una vez más "la
sentencia de la Audiencia Nacional de la que fue ponente Gómez Bermúdez".
Ahí está de nuevo, el juez Gómez Bermúdez, la bestia negra de Pedro J. Ramírez.
Ahí está lo que yo decía en la introducción de este escrito: "Sobre todo
porque ambos, según por donde sople el viento, están a partir un piñón con las
decisiones de la Justicia y otras, como en el caso del 11-M, se las saltan a la
torera." Ahí esta El Mundo titulando la sentencia de la Audiencia
Provincial de Madrid como “la ‘otra’ sentencia del 11-M” en un vano y burdo
intento de contraponerla a la sentencia del 11-M de la Audiencia Nacional. Ahí
están El Mundo y el PP glorificando y amplificando una sentencia y cuestionando
otra.
Por
otra parte si, tal y como enfatiza El Mundo, "La verdad periodística no
tiene por qué coincidir con la verdad judicial (de la misma manera que ésta no
coincide a veces con la verdadera realidad de los hechos y no por eso es
maliciosamente falsa)", con el mismo argumento se puede también concluir
que la "verdad periodística" del El Mundo puede ser un puro ejercicio
de "falsedad periodística" tanto en el asunto relacionado con la
demanda efectuada por Manzano como en todo su "montaje periodístico"
en torno al 11-M.
Viene al caso recordar que también el comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano, fue llevado a juicio por el asunto del "ácido bórico", todo aquel tinglado del insecticida al que la "verdad periodística" de El Mundo le dedicó tantas páginas, y que luego la Sentencia de la Audiencia Provincial fue:
Leer,
por citar algún sitio, en la página Absueltos los policías del caso
del 'ácido bórico' del 08 Jul 2008 15:02 "A ver que se les
ocurre ahora al lumbreras de Pedro J y a sus palmeros. Supongo que rebuscarán
en la sentencia para quedarse con lo que más les favorezca obviando lo
importante (como ya hicieron con la sentencia del 11M)". "La
Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a los cuatro integrantes de la
Policía Científica acusados en el denominado 'caso del ácido bórico', relativo
a la supuesta manipulación de un informe policial incluido en el sumario del
11-M para eliminar las relaciones entre estos atentados y ETA, al considerar
que las observaciones relativas a la banda terrorista que introdujo el perito
Manuel Escribano no tienen "consistencia" ni "rigor científico".
La sentencia, hecha pública hoy, señala que "lo único que hubiera podido
impregnar de relevancia punitiva el supuesto de hecho enjuiciado hubiera sido
que las las observaciones realizadas por Escribano tuvieran consistencia, rigor
científico y pudieran afectar el resultado del proceso a que iba destinada la
pericia", algo que considera que "no fue así ni desde una perspectiva
ex ante ni desde una perspectiva ex post".
Como podemos
comprobar, otro asunto –posterior a la sentencia de la Audiencia Nacional – en
el que la Audiencia Provincial de Madrid interviene y que, en este caso, tumbó
la “verdad periodística” que El Mundo estuvo fabulando.
En cuanto a
las filtraciones de una colección de más de 250.000 mensajes del Departamento
de Estado de Estados Unidos, obtenidos por la página digital WIKILEAKS,
en EE UU se desinteresó pronto de la hipótesis ETA / 11-M
podemos leer:
La
diplomacia de Estados Unidos se desinteresó rápidamente de la hipótesis de ETA
como supuesta autora de la matanza del 11-M en Madrid, mantenida en los mensajes
a Washington el día en que se produjo el atentado y citando -como era público y
notorio- el convencimiento transmitido por el Gobierno de Aznar sobre esa
autoría. En los más de 200 telegramas en los que se menciona a ETA cursados
entre 2004 y 2010, no aparece rastro alguno de información especial o
cooperación específica de Estados Unidos en la lucha contra ETA. Por el
contrario, algunos de los mensajes posteriores a la trágica matanza de marzo de
2004, y hasta el fin de la presidencia de George W. Bush, muestran cierta
impaciencia norteamericana por el desenfoque de los objetivos de seguridad de
los españoles, a su juicio tan obsesionados por el "terrorismo
interior" (así aluden constantemente a ETA) como poco atentos al
radicalismo islamista y a lo que Bush había llamado "la guerra global
contra el terror". Las autoridades de Estados Unidos no han dejado de
presionar periódicamente a España para que este país cambie su mentalidad
antiterrorista, y en consecuencia, la organización de sus cuerpos de seguridad
y la legislación antiterrorista, que ven orientada hacia el combate contra una
organización centralizada, como es ETA, y poco apta o que deja lagunas en la
lucha contra un radicalismo islamista mucho más disperso, más complejo y
peligroso.
"A
pesar de que hace ya más de dos años y medio de los atentados contra los trenes
de Madrid sucedidos el 11 de marzo de 2004, y de la prácticamente universal
aceptación por la opinión española y por los expertos en terrorismo de que
fueron perpetrados por simpatizantes de Al Qaeda", se lee en una nota
confidencial del 20 de octubre de 2006, "un segmento del Partido Popular,
en la oposición, y el periódico El Mundo continúan acusando al Partido
Socialista de conspiración y encubrimiento, y reclaman que el grupo terrorista
vasco ETA tiene algo que ver con los ataques del 11 de marzo".
Un
telegrama anterior, clasificado como "secreto" el 7 de abril de 2005,
ya señalaba que la policía española había triplicado desde el 11-M el número de
sus investigadores contra el extremismo islámico, pero tenía que hacer frente
"a la presión pública y política para usar sus recursos enfocándolos a
acabar con la larga campaña de ETA contra el Estado español".
Insisten,
insisten, insisten. El 13 de septiembre de 2007, la Embajada en Madrid envía un
largo informe a Dell Dailey, coordinador para contraterrorismo en el
Departamento de Estado. Le explica que observa una clara voluntad en el
"Gobierno socialista" –así lo dicen – de apoyar con fuerza a sus
cuerpos de seguridad, pero que la tarea es compleja, porque solo desde el 11-M,
las autoridades han colocado el combate contra el terrorismo islámico entre sus
grandes prioridades.
Otros
telegramas posteriores apuntan claramente lo que quieren conseguir del Gobierno
español. En una nota clasificada "secreta", del 18 de noviembre de
2008, se lee que las leyes antiterroristas españolas "fueron diseñadas con
el grupo terrorista ETA en mente". Pero gran número de acciones de las
fuerzas de seguridad y judiciales españolas han mostrado "la necesidad de
actualizar su armazón judicial para enfrentarse mejor a la amenaza planteada
por el terrorismo radical islámico". El problema que inquieta a las
autoridades estadounidenses es que "mientras las fuerzas españolas de
seguridad tienen una amplia discreción para detener a sospechosos de
terrorismo", su condena judicial "frecuentemente" se derrumba en
la fase de apelación al Tribunal Supremo. Citan a un experto español en
terrorismo para apoyar la idea de que la mayoría de los jueces del Supremo no
consideran delito la conspiración y la colaboración de islamistas radicales en
la preparación de un ataque. A pesar de lo sucedido en Madrid con la matanza
del 11-M, la legislación antiterrorista no ha cambiado y de ahí que los jueces
rechacen la tesis de que los sospechosos de "células" pequeñas y
aisladas puedan formar parte de una organización criminal más amplia.
Por
todo lo expuesto en este escrito, concluyo con mi "verdad
periodística":
Lo que pretende El Mundo es que la ciudadanía desvíe la atención sobre lo que ha sido un atentado terrorista islamista motivado por la guerra de Bush, Aznar y Blair contra Irak. A no ser que la Audiencia Nacional dicte otra sentencia contra otros autores cuando El Mundo y el PP se dignen a presentarse en un juzgado con las pruebas que tienen de quienes han sido. A ver si puede ser que de una vez por todas sea mañana, porque llevan ya más de seis años y, o no las tienen, o las tienen pero no se atreven, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.
Lo
que pretende el PP es poder transitar por la Historia con la conciencia limpia
y tranquila sobre la masacre que ha provocado la guerra de Irak (incluida la
masacre de Madrid el once marzo de 2004). Misión imposible: Aznar, su gobierno,
dirigentes y diputados de aquella época tendrán que soportar siempre el peso de
aquella decisión. Aunque algunos vivan en sus retiros económicos dorados, la
fecha del 11-M gravitará sobre sus conciencias.